El papa Francisco invita, por tanto, a escuchar al Espíritu Santo cuando «habla a través de las inquietudes que los jóvenes sienten»; así será posible acoger la llamada de Dios «en modos que sirvan mejor a la Iglesia y al mundo de hoy».
Cada ser humano ha recibido como propia una faceta del misterio de Jesucristo. Nadie puede pretender tener en sí todas sus características: hay que prestar atención a aquellas que nos dinamizan para concretar el amor.
Ya comentamos que existe un grupo de autores que considera que el fruto principal de los Ejercicios Espirituales es encontrar y elegir la vocación personal.