Tal vez una de las meditaciones más célebres de los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola sea la que se conoce como «Dos Banderas» (EE 136–148).
En anteriores entregas comentamos que los Ejercicios Espirituales de san Ignacio son una didáctica espiritual para reconocer nuestra identidad personal en Cristo y vivirla a plenitud.
En la contemplación de las Dos Banderas, san Ignacio pide a Dios, como gracia: «conocimiento de los engaños del mal caudillo y ayuda para dellos me guardar…», para desde esa petición mirar la condición de nuestra historia, como campo donde nuestra ambición, afán de gloria y reconocimiento y deseo de poder pueden llevarnos a la más terrible perdición.