
Durante el segundo día de la COP30, realizado en Belém, Brasil, un grupo de manifestantes, en su mayoría indígenas y activistas por el territorio, interrumpieron en la sede donde se lleva a cabo la cumbre. El hecho ocurrió el martes 11 de noviembre, cuando, a través de gritos y empujones, decenas de personas exigían poder ingresar a la sala que acoge la cumbre climática.