Dormir cada noche es el ensayo de un sueño mayor. Y aunque antes de morir uno se va muriendo, y todas las muertes cercanas nos horadan como un gusano lento a lo largo del alma, seguimos olvidando o ignorando lo único que realmente es seguro al final de nuestra vida: la muerte, que tiene como misión unificar nuestro presente con el futuro.
Me parece fascinante la condición humana. El cuerpo que tanto atendemos y el mundo interno que cada uno lleva como va pudiendo… tan rico, tan complejo, tan conflictivo, con tantos recovecos por explorar y tan abandonado.